Hubo quien escribió que, después de los campos de concentración del nazismo, no era posible seguir creyendo en Dios. ¿Y después de esos odios y sucios insultos lanzados contra Lula tras haber perdido a su nieto, es posible seguir creyendo en Brasil? El Brasil de las cloacas, que hoy han manchado gratuitamente el alma de un niño, terminará como le sucedió al nazismo. El otro Brasil, el anónimo, el que hoy se ha horrorizado viendo desfilar a los monstruos sueltos en las redes sociales, el mayoritario, acabará (¿o será solo mi esperanza?) dominando a los monstruos que hoy nos asustan para dar paso a los ángeles de la paz.
Columna | La muerte del nieto de Lula desata los monstruos del odio
Quienes se alegran, ven en la muerte de Arthur, de siete años, un castigo de Dios al expresidente. Un comportamiento que solo revela hasta qué punto pueden llegar la ceguera y la insensibilidad h...
https://elpais.com/internacional/2019/03/02/america/1551483966_572695.html
Commenter cet article