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Bon. A nouveau un excellent article en espagnol.
VOIRHaiti Huracán y después par Mercedes Rosende celui-çi plus analytique de la situation socio-économique publié sur espacinsinsular.
Comme déjà dit, je suis assez étonnée par la qualité des articles publiés en espagnol ou en anglais
VOIR http://axisoflogic.com/artman/publish/Article_61668.shtml
Etre d'accord ou pas avec le point de vue des auteurs, n'est pas le plus important. L'essentiel c'est d'avoir une information ouverte et documentée
qui ouvre les chemins de la réflexion.
A quelques exceptions près, VOIR Mondialisation.ca, L’ingérence étrangère en Haïti : quelle démocratie?
les articles en français, ou écrits par des journalistes français dits indépendants,
comme dans Médiapart, par exemple, très souvent se contentent d'un survol
et donnent toujours et encore la parole aux mêmes personnes.
D'où une impression d'avoir entendu le même discours mille et une fois.
Un disque rayé.
Quant aux voix haïtiennes, elles se cantonnent le plus souvent dans
la relation d'anecdotes qui tirent sur la même corde
usent et réusent des mêmes ficelles et font dans le spectaculaire.
J'ai du mal à comprendre et à interpréter ce manque d'intérêt
pour un travail de fond, ce goût prononcé pour les ragots.
Prudence, manque d'informations,
absence de maturité politique ?
Quoiqu'il en soit cette situation n'aide pas les Haïtiens francophones
à comprendre les différentes facettes de leur réalité
et encore moins à trouver les moyens pour sortir du cloaque
dans lequel se trouve Haïti.
Haití en reconstrucción, Haití en elecciones, Haití en medio del cólera y Haití frente a la esquizofrenia de la comunidad internacional
Haïti en reconstruction, Haïti en élections, Haïti au milieu du choléra et Haïti face à la schizophrénie de la communauté internationale./http%3A%2F%2Fwww.espacinsular.org%2FIMG%2Farton11054.jpg)
servicios espacinsular
Otra Quiniela Electoral que Pudiera Desatar los Demonios que Esconde el “Kólera”, contra la Paradoja “René Putin o Dimitri Preval y contra la Minustah
FERNANDO SIBILIO
SANTO DOMINGO, República Dominicana, 28 de noviembre de 2010.- Evitar el apagón emocional de los haitianos, debió ser la estrategia de la Minustah desde su emplazamiento en suelo haitiano, en Junio de 2004. Porque el aislamiento y la indiferencia internacional es el castigo y el látigo sentimental más grande que, ha sufrido la nación haitiana. Un castigo que lleva el sello indeseable y vergonzoso del propio liderato político, social y religioso de los mismos haitianos.
Buscan, tal vez sin éxito, volver al mundo de los vivos, al mundo de los que hay que tomar en cuenta, con estas movilizaciones y protestas violentas, las cuales llevan impresas la excusa y coartada del origen de la epidemia de cólera, una estrategia de poder social inducida por una historia y una memoria política, que se cuenta, se narra y se escribe en la cotidianidad de cada haitiano. Cuando tiene que tomar decisiones con el estómago vacío.
Ejercitarse democrática, política y económicamente, es construir un gran escudo ético y moral contra la demencia social, tres condiciones individuales que el poder político y social haitiano les ha negado a su nación, agravada esta condición con la inexpresividad de la Minustah, una misión que ha sido incapaz de construir su propia fe, esa razón sin límites que demanda el pueblo haitiano, para poder levantarse, mire usted, que la mayoría de los líderes de la Minustah y de los líderes políticos haitianos, tienen sus familias, y buscan los servicios en el lado dominicano.
Narra el pueblo haitiano, con la epidemia de cólera, otra historia trágica, una plaga que primero fue peste política y endemia social, prolongadas en el tiempo tan pronto como se derrumbó la dictadura de los Duvalier. Una emergencia agravada por la inmovilidad esquiva de la comunidad internacional, la cual solo reacciona, y nunca se anticipa con la firmeza de su mandato, en ninguna de las misiones similares que lleva a cabo en más de 15 países del planeta.
Sabemos cuántos infectados y cuántos muertos podremos esperar en toda la isla, sabemos de su explosividad en el contagio por el tipo de cólera, más esperamos que los mismos organismos sanitarios de la ONU, el Gobierno Haitiano y la Minustah, dejen de moralizar la epidemia, culpando a todos los infectados de puercos, cuando nunca, ni antes ni después de las reiteradas catástrofes haitianas, se tomaron en cuenta las medidas profilácticas, ni las estrategias sanitarias con las que se pudieran evitar las muertes impresentables de esta epidemia.
Defecaban y siguen defecando en los ríos, en las calles, en los lagos y en los arroyos, como en las lagunas, porque, tanto haitianos como los dominicanos, delante de todos, sin que, hasta la fecha, los poderes políticos y sociales corrijan estas aberraciones estéticas y sanitarias.
Del mismo modo, que un haitiano orina en las calles lo hace un dominicano, y podemos negarlo cuantas veces querramos, pero, con solo caminar las calles, avenidas y carreteras, o visitar el Mercado Modelo de la Avenida Mella, en la Capital Dominicana, encontraremos cientos de ejemplos, o con visitar los complejos turísticos dominicanos, repetiremos el desague de los hoteles en el mar o en los ríos, o en las aguas subterráneas, de la misma manera, como lo hacen los Nepalíes de la ONU, en Cabo Haitiano.
Visiten las márgenes de los Ríos Ozama, Isabela, Yaque del Norte, Yaque del Sur, Nigua, el Artibonito, por citar algunos ejemplos, o vayan a Higuey para que vean donde el Ayuntamiento deposita los desechos sólidos. Observen el Río Soco, el río Higuamo, el río Nizao y el río Haina, para que podamos entender, la moralización irresponsable, que construye el poder político y social, con el propósito de evadir sus omisiones, comisiones y responsabilidades en el cultivo de estas cepas epidémicas.
Prefieren y profieren insultos sobre la población al culparla por la epidemia, apoyándose en la falta de higiene de los ciudadanos, unas atenciones y unas protecciones que, por ley, están los dos Gobiernos obligados a garantizar, pero, disimulan su incapacidad. Opinar, debatir y diletar, como si fueran comentaristas noticiosos para evitar rendir cuenta acerca de sus responsabilidades constitucionales de gobernate, en la dos naciones, garantizándole mínimamente una seguridad, atención, educación y una prevención, sanitaria solvente.
Simulan los organismos, las agencias y las organizaciones internacionales, radicadas en Haití, que su intervención tiene como objetivo la suerte de este pueblo, cuando permiten la osadía y la ocurrencia indecente del Gobierno, de gastar decenas de millones de dólares del pueblo haitiano en promover al candidato Jude Celestin, desmedrando los fondos públicos y las donaciones, los cuales son usados, y de repente, en comprar la conciencia, la anuencia y la inocencia de votantes hambrientos, en una de las peores perversidades democráticas y, lamentablemente, una felonía concertada con los organismos internacionales.
Es una indecencia democrática, propia de Robert Mugabe, en Zimbabwe, que en una nación con cientos de miles de haitianos muertos y desaparecidos, con más de un millón de desplazados, y en medio de una epidemia de cólera que tiene a más de 75,000 personas infectadas, se le imponga un proceso electoral sin un padrón creíble, sin unas listas de candidatos consensuados y sin un mínimo de seguridad en un escrutinio plagado de vicios prepolíticos estructurales y coyunturales de la votación de esos comicios.
Queda clara la trama de la conspiración de la OEA, de la ONU y de los Organismos Internacionales, en las elecciones haitianas, pero, también son claras las irresponsabilidades del liderato social, religioso, empresarial y político, de los haitianos, frente a los riesgos de una revuelta o de la tragedia que pudiera desprenderse del resultado incontestablemente fraudulento, que tendrán estas elecciones del próximo Domingo, en Haití.
Sale y se queda René Preval, en un Zainete electoral con el talón de cheques de los fondos de reconstrucción y las donaciones de por medio, en el cual persigue repetir el teatro democrático ruso, donde Vladimir Putin y Dimitri Medvéder, son los personajes del drama de Nicolais Gogol, “La Nariz”, a los mismos personajes burocráticos que aspiran, tanto René Preval, como el candidato interpósito Celestin. En la novela “La Nariz”, el Genio Ucraniano relata la transformación súbita de su nariz en un burócrata incontrolable y diabólico, similar a lo que hoy ocurre en la Federación Rusa, y que pretende imitar el Presidente Preval.
Disfrazar la presidencia haitiana con la ejecución de la Doctora Myrlande Manigat, sería una gran coartada del Gobierno, con el propósito de disimular la posesión del cargo de Primer Ministro, el control del parlamento y del sistema de justicia, pudiera ser una opción dentro de la gula de los poderes operativos nacionales e internacionales que se han creado, con el fin de repartirse los miles de millones de dólares apetecibles y apetecidos por los grupos económicos, los cuales controlan las ayudas internacionales y los negocios de reconstrucción que operan a la sombra de la ONU y de la OEA.
Recomendamos a quienes han tramado todo este chollo, pensar y tomar en cuenta la furia de los haitianos, porque la alegría que pudiera producir el placer de unas “Elecciones ejemplares”, pudiera acabar con la misión de la ONU y con las intervenciones fallidas de lo OEA, en Haití; Si se hace presente la máxima de Dessalines, “Koupe Tét Boul le Kay.
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